Quizás
se podría hacer una reflexión de estos módulos por separado, sin embargo, están
estrechamente ligados, ambos se adentran en la constitución o definición de lo
que es el discernimiento bioético, la constitución y la misión de un comité
asistencial y/o científico, y las principales guías que se han ido
estableciendo de acuerdo a las etapas que ha experimentado la bioética en estas
pocas décadas como disciplina formal.
Los
primeros documentos como lo son el Código de Nuremberg, la Declaración de
Helsinki o el Informe Belmont, son antecedentes que dan cuenta de la importancia
de enunciar las problemáticas relacionadas a como los seres humanos nos
posicionamos respecto a otros, y hasta que punto los fines justifican los
medios. Particularmente, cómo se articulan los códigos morales en la
investigación y en la práctica médica, cómo se posiciona ante las personas que
son partícipes y potenciales beneficiadas, los animales de experimentación y
los grandes debates de la modernidad.
En
el módulo además, se complementó el trabajo, con una gran cantidad de
experiencias prácticas, en las que se potenció y promovió el plantearse ante
casos particulares desde el punto de vista de un comité de bioética, para lo
que se entregaron las herramientas para llevar a cabo el discernimiento de la
forma más adecuada considerando todas la variables, los factores asociados, los
modelos propuestos, los puntos de vista y las opiniones de los actores. Esto
permitió poder ejercitar el punto de vista, visualizar lo que los autores
proponían en los textos leídos y cómo existen un sin número de problemáticas en
las que la bioética se puede hacer parte como guía.